DV.-TS Fundiciones de Zestoa decidirá en dos meses qué parte de la producción de la planta que tiene en el casco urbano de Zestoa trasladará a la fábrica que tiene en el polígono Sansinenea.
La empresa estudia la posibilidad de concentrar toda o parte de la actividad en una de sus plantes con el objetivo de aumentar la productividad, lo que supondría un excedente de 25 trabajadores.
La medida se debe a la caída de la producción y a que ambas plantas se encuentran en la actualidad por debajo del 50% de su capacidad de producción. La empresa considera que es un «proceso lógico» que se inscribe en su intento por aumentar la competitividad.
La compañía, que cuenta con un administrador único, Joaquín Vélez, desde hace dos meses, asegura que la empresa ha perdido productividad en los últimos años. Achaca dicha circunstancia a la crisis económica y del sector eólico, por un lado, pero también a una gestión que considera «mejorable». El nuevo administrador señala que los anteriores gestores tenían acumuladas 1.000 toneladas de producto terminado sin pedido, al que están dando poco a poco salida, así como 250 toneladas de piezas defectuosas.
Además, indican que el año pasado arrojó 7,5 millones de pérdidas con una facturación de 35 millones. Con el nuevo plan de viabilidad puesto en marcha para los próximos cuatro años esperan lograr este ejercicio un ebitda positivo de 2,1 millones y en 2015 llegar a los 6 millones, entrando en beneficios.
La empresa estudia la posibilidad de concentrar toda o parte de la actividad en una de sus plantes con el objetivo de aumentar la productividad, lo que supondría un excedente de 25 trabajadores.
La medida se debe a la caída de la producción y a que ambas plantas se encuentran en la actualidad por debajo del 50% de su capacidad de producción. La empresa considera que es un «proceso lógico» que se inscribe en su intento por aumentar la competitividad.
La compañía, que cuenta con un administrador único, Joaquín Vélez, desde hace dos meses, asegura que la empresa ha perdido productividad en los últimos años. Achaca dicha circunstancia a la crisis económica y del sector eólico, por un lado, pero también a una gestión que considera «mejorable». El nuevo administrador señala que los anteriores gestores tenían acumuladas 1.000 toneladas de producto terminado sin pedido, al que están dando poco a poco salida, así como 250 toneladas de piezas defectuosas.
Además, indican que el año pasado arrojó 7,5 millones de pérdidas con una facturación de 35 millones. Con el nuevo plan de viabilidad puesto en marcha para los próximos cuatro años esperan lograr este ejercicio un ebitda positivo de 2,1 millones y en 2015 llegar a los 6 millones, entrando en beneficios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario