domingo, 22 de abril de 2012

"Queremos posicionarnos como líderes mundiales tecnológicos en el subsector de fresadoras"

(Noticias de Guipuzkoa-CARLOS ETXEBERRI)El próximo día 28, la cooperativa Soraluce, integrada en Danobat Group, dentro de la Corporación Mondragon, celebra su 50º aniversario, todo un acontecimiento en un sector como el de la máquina-herramienta y en una coyuntura de crisis como la actual

      El director gerente de Soraluce, Rafael Idigoras, en un momento de la entrevista.
 (Foto: j. colmenero)

BERGARA. El director gerente de Soraluce, Rafael Idigoras, anda estos días volcado en los preparativos para la celebración del 50º aniversario de la constitución de esta cooperativa. El primer acto de esta empresa fuertemente internacionalizada, con una plantilla de 288 personas que se prevé que este año aumente en 20 más, va a ser la presentación esta semana de dos patentes mundiales incorporadas a sus máquinas-herramienta a sus clientes extranjeros en Bergara. Un ejemplo de apuesta por la I+D.

¿La gran fuerza de Soraluce ha sido la internacionalización y su especialización en máquinas de fresado y mandrinado?


Soraluce inició su actividad en 1962, a través de la fabricación de taladros radiales, en base a una tecnología inglesa. A partir de los 70 se comenzó a desarrollar tecnología y producto propio y a asumir la gestión comercial, con lo que se empezó a fabricar distintos tipos de máquina-herramienta, además de taladros radiales, como mandrinadoras y centros de mecanizado. En 1988, se hizo un cambio estratégico profundo y se decidió apostar por un nuevo producto como la fresadora y a trabajar con fuerza el mercado de la exportación, sobre todo, Alemania.

Sería difícil entrar en aquel tiempo en Alemania.

Hemos hecho un gran esfuerzo en entender y atender los requerimientos del mercado alemán que, desde el punto de vista tecnológico y exigencia en calidad, precisión y fiabilidad, es el más exigente del mundo. Eso nos ha hecho avanzar y mejorar como organización y equipo. Tenemos una base muy sólida en Alemania, con más de 800 máquinas instaladas que son referencias de primer orden a nivel mundial y una plataforma extraordinaria para proyectarnos al resto del mundo. Alemania supone el 40% del total de nuestras ventas en el exterior, de donde procede el 95% de nuestra facturación. En estos momentos, estamos ampliando nuestra delegación allí, que es una especie de centro tecnológico donde se hacen proyectos llave en mano y show room, con una inversión de seis millones de euros, ya que cada vez se hacen máquinas de mayor dimensión. Allí tenemos una plantilla de 50 personas.

Por si eso fuera poco, en 2001 también se atrevieron a entrar en la cuna de la máquina-herramienta: Italia.

La experiencia ha sido muy interesante porque es como vender vino en la Rioja. Muy pocos fabricantes extranjeros son capaces de vender en Italia, de donde proceden el 20% de nuestras ventas en el exterior. El binomio Alemania-Italia es muy interesante porque, por un lado, estamos en el mercado más tecnológico, más exigente a nivel mundial y, por el otro, nos hallamos en la cuna de la máquina-herramienta, sobre todo, en fresadoras y mandrinadoras. Vender en unos mercados donde tienes la competencia más avanzada te hace estar muy en forma.

¿Tras este posicionamiento europeo, el reto será Asia y América, que son las dos áreas donde se concentra la actividad económica en el mundo?


Tras nuestra implantación en Europa estamos abordando un segundo ciclo de internacionalización dirigido a Asia: China e India fundamentalmente; y Sudamérica: México y Brasil, principalmente. Como vendedores, nos importa China, donde estamos desde 1993 a través de una delegación de Danobat Group, porque supone el 45% del consumo mundial y es el primer país en importaciones, con un 35%, por delante de EEUU. China se conforma como el segundo mercado mundial en máquina-herramienta tras Alemania. Nosotros hacemos producto premium de alta gama y competimos en Europa con fabricantes alemanes e italianos y, en segundo lugar, japoneses y taiwaneses. Tenemos la amenaza de que los fabricantes chinos vayan desarrollando más tecnología y empiecen a vender en Europa.

¿Los chinos son una amenaza para el mercado de máquina-herramienta?


En 2011, el 51% de la producción mundial de máquina-herramienta estaba en Europa, mientras que ahora ese porcentaje es del 31%, lo que significa una caída del 20 puntos. En China, hay una empresa que se ha convertido en el primer productor mundial de máquina-herramienta. De momento, están atendiendo a la demanda interna, pero ya han hecho un desembarco en Europa y les ha salido mal al no poder responder a las exigencias de seguridad, normativa, calidad y servicio. Se han retirado, pero volverán.

¿La apuesta por India es potente con la construcción de una planta productiva?

En India, hemos decidido, dentro de Danobat Group, la puesta en marcha para este año de una planta, que es la primera que se ubica en el exterior, con una inversión de cinco millones de euros. En este momento, estamos en la fase de diseñar y fabricar un producto adaptado al mercado de India, que es adonde se dirige esta planta. Desde 2008, tenemos una delegación de venta y servicio posventa con 12 personas. Es una apuesta de futuro. Pese al gran potencial de India, su ritmo de crecimiento no va a ser como el de China.

¿Y en lo que se refiere a América?

Allí no tenemos ninguna implantación y estamos vendiendo a través de una red de distribuidores. El año pasado hemos entrado en Rusia, a través de la estructura que tiene en Moscú Corporación Mondragon, en donde tenemos un equipo de cinco personas para la venta y posventa.

¿En este proceso, la apuesta por la innovación y el desarrollo tecnológico será imprescindible?

Tenemos dos retos fundamentales. Por un lado, pasar de entender y atender a los requerimientos de nuestros clientes a lo que llamamos proponer. Y desde el punto de vista de innovación y desarrollo tecnológico, estamos haciendo un gran esfuerzo por posicionarnos como líderes a nivel mundial en el subsector de fresadoras y estamos desarrollando tecnologías que se concretan en la creación de patentes. Precisamente, dos de ellas, que tienen carácter mundial, las presentaremos la semana que viene a nuestros clientes en nuestra sede de Bergara. En esa línea está también el segundo ciclo de internacionalización que hemos iniciado, que es pasar de Europa, donde han estado concentrados tanto la producción como el consumo de máquina-herramienta, sobre todo en fresado y mandrinadora, a Asia y América.

¿Cuánto supone la inversión en I+D de Soraluce?

Entre un 4,5 y 5% de la facturación, que, en 2011, supuso un total de 87 millones de euros. Junto con el centro tecnológico Ideko de Danobat Group, tenemos creado hace años un plan de desarrollo bianual en el que en cada ejercicio establecemos una serie de objetivos. Asimismo, colaboramos con algunas ingenierías externas y, sobre todo, contamos con un equipo de diez personas que se dedican en exclusiva al desarrollo de I+D y de soluciones de mecanizado.

¿Junto al desarrollo de nuevos mercados, la estrategia va dirigida también a la especialización sectorial?

Desde 2007, tenemos una importante presencia en sectores de alta demanda como son ferrocarril, energía y maquinaría de construcción, a través de la puesta en marcha de empresas participadas. Una de ellas es Danobat Railway Systems (DRS), que se creó en 2008, tras conseguir un contrato por valor de 60 millones de euros con el primer fabricante de vagones de mercancías de Rusia. En 2007, constituimos Laber, que es una empresa participada junto con Fundición Sakana, dedicada a la fundición, mecanizado y pintura de piezas de energía eólica. Esta empresa nos está sirviendo como palanca de conocimiento para proyectarnos como una empresa con experiencia en soluciones eólicas.

¿A que se debe ese interés?

La fresadora es una máquina bastante universal y el cliente tipo es un taller de subcontratación que trabaja para otras empresas. En función de la dimensiones de las piezas a mecanizar, se necesita una máquina de unas dimensiones u otras. Esos sectores de energía, ferrocarril y maquinaría de construcción demandan un tipo determinado de tecnología.

¿Después del aumento de las ventas en 2011, este año se prevé difícil?

Va a ser complejo. Nuestras previsiones pasan por mejorar algo la facturación. Los proyectos que teníamos en cartera a principios de año se han materializado y hemos tenido un primer trimestre bueno en pedidos que nos hacía albergar esperanzas de superar los objetivos, pero en las últimas semanas hemos notado cierto freno. Hay un factor que nos está penalizando y es que el crédito se está restringiendo y encareciendo, cuando las inversiones en máquina-herramienta se acometen a través de financiación.

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