El traslado de La Vega a Trubia incluye el cambio de ubicación de 136 máquinas de una fábrica a otra que se ejecutará físicamente cuando termine el proceso de consultas a finales de mes. Una vez concluido ese plazo, lo primero será unificar las líneas de producción del obús para hacer sitio en el taller Dardo a la línea de cañones de La Vega. De momento, un equipo de diseño trabaja en Trubia para estudiar el espacio y ya se busca una empresa para que acondicione los nuevos talleres.
Los otros puntos de la factoría trubieca que sufrirán modificaciones son el área de Montajes, que ahora acogerá también el sector de misilística; el taller conocido como Cohetes, donde ahora se instalarán las líneas de tratamientos superficiales, tratamientos térmicos y pintura; los talleres centrales, donde irá la maquinaria diversa, como centros de mecanización y fresadoras; y el taller llamado Carpintería, donde se ubicará el departamento de ingeniería técnica.
Los sindicatos, que ayer acudieron a una reunión del plan de transformación en Madrid, aún confían en paralizar el traslado y han pedido una entrevista con los máximos responsables de la empresa.
No obstante, la ira de los sindicatos se centró ayer en el secretario de Estado de Defensa, el asturiano Pedro Argüelles. CCOO le exigió una reunión para que explique su apoyo al cierre de La Vega y para hablar del 8x8, porque resulta que el secretario aún no ha querido escuchar la versión sindical en este proceso. Por su otra parte, se le pidió a Argüelles “que deje de hacer de concejal de Urbanismo que no es su trabajo, debería dedicarse a ver si las líneas de producción que se van a trasladar son estratégicas o no”. Se refieren a que el secretario mezcló su apoyo al cierre de La Vega con los metros cuadrados que quedarán libres en pleno centro como una de las justificaciones del proceso.
Pero con quien realmente fueron duros los sindicatos fue con el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, que mientras fue alcalde de Oviedo defendió las fábricas y en su nuevo puesto ha cambiado de posición negándose incluso a recibir a los trabajadores. “Parece que su nueva responsabilidad le hace perder la sensibilidad que tenía en su etapa como alcalde hacia la problemática de Santa Bárbara, en un momento muy similar a los anteriores intentos de traslado de la fábrica de La Vega”, criticaron las centrales.
Por otra parte, la dirección de la empresa se reunió ayer con el consejero de Empleo, José Manuel Rivero, para garantizarle que se mantendrá el empleo a medio plazo y también las líneas de producción. Santa Bárbara despejó las dudas del consejero, centradas principalmente en las certificaciones y homologaciones que podrían verse afectadas y que, según la empresa, no existen porque ambas fábricas tienen las mismas. Santa Bárbara explicó al Principado que la intención de la empresa es crear una macrofactoría en Trubia que estará entre las diez más importantes de Asturias.
Los otros puntos de la factoría trubieca que sufrirán modificaciones son el área de Montajes, que ahora acogerá también el sector de misilística; el taller conocido como Cohetes, donde ahora se instalarán las líneas de tratamientos superficiales, tratamientos térmicos y pintura; los talleres centrales, donde irá la maquinaria diversa, como centros de mecanización y fresadoras; y el taller llamado Carpintería, donde se ubicará el departamento de ingeniería técnica.
Los sindicatos, que ayer acudieron a una reunión del plan de transformación en Madrid, aún confían en paralizar el traslado y han pedido una entrevista con los máximos responsables de la empresa.
No obstante, la ira de los sindicatos se centró ayer en el secretario de Estado de Defensa, el asturiano Pedro Argüelles. CCOO le exigió una reunión para que explique su apoyo al cierre de La Vega y para hablar del 8x8, porque resulta que el secretario aún no ha querido escuchar la versión sindical en este proceso. Por su otra parte, se le pidió a Argüelles “que deje de hacer de concejal de Urbanismo que no es su trabajo, debería dedicarse a ver si las líneas de producción que se van a trasladar son estratégicas o no”. Se refieren a que el secretario mezcló su apoyo al cierre de La Vega con los metros cuadrados que quedarán libres en pleno centro como una de las justificaciones del proceso.
Pero con quien realmente fueron duros los sindicatos fue con el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, que mientras fue alcalde de Oviedo defendió las fábricas y en su nuevo puesto ha cambiado de posición negándose incluso a recibir a los trabajadores. “Parece que su nueva responsabilidad le hace perder la sensibilidad que tenía en su etapa como alcalde hacia la problemática de Santa Bárbara, en un momento muy similar a los anteriores intentos de traslado de la fábrica de La Vega”, criticaron las centrales.
Por otra parte, la dirección de la empresa se reunió ayer con el consejero de Empleo, José Manuel Rivero, para garantizarle que se mantendrá el empleo a medio plazo y también las líneas de producción. Santa Bárbara despejó las dudas del consejero, centradas principalmente en las certificaciones y homologaciones que podrían verse afectadas y que, según la empresa, no existen porque ambas fábricas tienen las mismas. Santa Bárbara explicó al Principado que la intención de la empresa es crear una macrofactoría en Trubia que estará entre las diez más importantes de Asturias.
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